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Los bastoncillos de algodón, también llamados hisopos y cotonitos, no deben ser usados para limpiarse los oídos, ya que empujan el cerumen hacia dentro del canal auditivo y pueden formar un tapón. Además, pueden provocar lesiones en la piel del oído y el tímpano.
¿Cómo limpiarse los oídos sin bastoncillos?
Para limpiarse los oídos sin bastoncillos se puede pasar suavemente una toalla o paño limpio solo por la parte exterior del oído.
El cerumen es una secreción natural de los oídos, que los protege de los agentes externos, como por ejemplo, polvo, suciedad, insectos y microorganismos.
Por lo tanto, solo debe limpiarse la parte de afuera de los oídos sin utilizar bastoncillos ni elementos puntiagudos.
Por otro lado, si por alguna condición los oídos no expulsan naturalmente el cerumen o existe mucha producción del mismo, este se puede acumular hasta formar un tapón.
Para eliminar un tapón de cerumen, puedes acudir a un profesional para que realice un lavado de oídos o una extracción manual.
También puedes usar Otiblock.
Otiblock es un dispositivo moderno, seguro y de fácil aplicación que rompe el cerumen acumulado en pequeños fragmentos que se eliminan fácilmente.
Asimismo, está formulado para cuidar el delicado pH fisiológico del conducto auditivo y prevenir infecciones.
Otiblock Pediátrico en gotas está indicado para niños desde los 3 años y Otiblock Spray para mayores de 9 años.
El uso de Otiblock puede evitar un lavado de oídos, procedimiento que puede ser incómodo para niños y personas de edad avanzada.
¿Cómo prevenir la formación de un tapón de cerumen?
En primer lugar, limpia el cerumen que sale de tus oídos solo por la parte de afuera, sin bastoncillos de algodón.
Los bastoncillos no están indicados para limpiarse los oídos por los daños que pueden producir y porque empujan el cerumen hacia dentro.
Asimismo, tampoco hay que introducir elementos puntiagudos dentro del oído.
Por otro lado, es importante evitar el uso prolongado de audífonos y auriculares, ya que impiden la expulsión natural del cerumen.
Entre las recomendaciones para su uso están, por ejemplo, quitárselos 10 minutos por cada 1 hora de uso y limpiarlos después de cada uso.
Finalmente, en casos de producción excesiva de cerumen, es importante limpiar la parte exterior de los oídos oportunamente para prevenir que se forme un tapón.