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Los antioxidantes son sustancias que ayudan a proteger a las células del daño oxidativo que pueden provocar los radicales libres.
Si bien la producción de radicales libres es algo natural en el organismo, el desequilibrio entre ellos y la cantidad de antioxidantes se ha asociado a diferentes enfermedades.
Por ejemplo, el daño oxidativo se ha asociado con enfermedades cardiovasculares, inflamatorias, pulmonares, neurodegenerativas y cáncer, entre otras.
Factores como la contaminación, la mala alimentación y la exposición a rayos UV pueden aumentar la producción de radicales libres y provocar un desequilibrio.
Por lo tanto, entregar a tus hijos la cantidad adecuada de antioxidantes todos los días es muy importante para fortalecer su salud.
En invierno, verano y todo el año: 3 razones para incluir antioxidantes todos los días.
Fortalecen el sistema inmune.
Es verdad que en invierno se activan nuestras alarmas frente a los resfríos, gripes y enfermedades respiratorias que pueden afectar a nuestros hijos.
Pero la realidad es que las enfermedades pueden atacar todo el año: alergias en primavera, infecciones en verano y un largo etcétera.
Por lo tanto, no hay que bajar la guardia con la llegada del sol.
Los antioxidantes son famosos por ayudar a fortalecer el sistema inmune, lo que puede ayudar a nuestros hijos a prevenir o enfrentar mejor las enfermedades.
Los antioxidantes ayudan a proteger la piel.
En primer lugar, la radiación del sol puede dañar las células y la piel, sobre todo en primavera y verano.
Por otro lado, la contaminación ambiental no sabe de estaciones, y este factor también puede dañar las células de la piel.
Los antioxidantes pueden ayudar a proteger y/o reparar la piel frente a estos daños, sobre todo si consideramos que nuestros niños pasan más tiempo al aire libre durante la primavera y el verano.
Ayudan a mejorar la función cerebral.
El cerebro tampoco sabe de estaciones y protegerlo es importante durante toda la vida.
Los antioxidantes pueden ayudar a proteger las células del cerebro de nuestros hijos y, como resultado, ayudar a mejorar la función cerebral. Por ejemplo, la memoria y la concentración.
La alimentación: factor fundamental para obtener antioxidantes.
Los alimentos son la fuente principal de antioxidantes, y las frutas y verduras son como un tesoro para la salud de nuestros hijos.
Asimismo, llevar una dieta balanceada y saludable es un pilar fundamental para prevenir el daño oxidativo en las células.
Además, betarragas, repollo morado, tomate, brócoli, uvas moradas y berenjenas también son ricos en antioxidantes.
El secreto de las frutas y verduras azuladas y moradas.
Estos alimentos contienen un tipo especial de antioxidante llamado antocianina.
Las antocianinas pertenecen a la familia de los flavonoides y, además de dar a estas frutas y verduras su color intenso, ayudan a proteger las células por su poderosa acción antioxidante.
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Sambucol: un suplemento con alto contenido en antioxidantes.
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Contenido con fines informativos, no reemplaza la consulta con un profesional de la salud.
Sambucol es un suplemento alimentario. Su uso no es recomendable para consumo por menores de 8 años, embarazadas y nodrizas, salvo indicación profesional competente y no reemplaza una alimemntación balanceada.