El estado de alerta y preocupación que genera la ansiedad puede provocar insomnio. Por otro lado, el insomnio puede provocar ansiedad al pensar en las consecuencias que trae el hecho de no dormir o dormir poco tiempo.
Entre las enfermedades que producen cansancio y sueño persistente y reiterativo están el insomnio, diabetes, anemia, enfermedades cardíacas y obesidad, entre otras.
Para conciliar el sueño es muy importante tener una rutina, es decir, acostarse y despertarse a la misma hora todos los días. Además, sentirse cómodo en la cama, alimentarse saludablemente y combatir el estrés y la ansiedad con ejercicios de relajación.