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La exposición constante al agua de la piscina puede debilitar la barrera natural del oido y provocar una infección por virus, bacterias u hongos. Para prevenir, se debe eliminar el exceso de agua y humedad del oído una vez terminada la exposición al agua de piscina.
El agua de la piscina tiene sus pros y sus contras, ¡como todo!
Puede refrescarte en los días más calurosos y, también, puede provocarte una infección en el oído si no tomas ciertas precauciones.
Sea la piscina de tu casa, de un amigo, o una pública, el agua acumula microorganismos que esperan su oportunidad para infectar.
Y aunque se use cloro u otros para tratar el agua, hay algunos microorganismos más fuertes que otros.
Por lo tanto, si no secas bien tu oído luego de la exposición al agua de la piscina, estos microorganismos pueden provocar otitis externa aguda, también llamada oído de nadador.
Otitis externa aguda causada por agua de piscina en el oido.
El cerumen, aunque no lo creas, no es suciedad. Por el contrario, es una secreción natural que ayuda a proteger el oído.
Sirve como barrera natural contra el polvo, la suciedad y, también, contra los microorganismos que pueden producir otitis externa aguda.
Cuando entras en contacto con el agua, sobre todo si es por mucho tiempo, esta barrera se debilita.
Y si no secas bien tus oídos, es muy probable que se produzca oído de nadador u otitis externa aguda.
¿Cuáles son los síntomas de una infección causada por el agua de la piscina en el oído?
Estos son los principales síntomas si el agua de la piscina provocó otitis externa aguda en tu oido:
En los casos más graves, puedes sentir fiebre e inflamación en la zona de los ganglios linfáticos del cuello.